Coronas y grillos: Cruz do Brasil - Santa Ana

Fecha: 03-02-13

Longitud: 47 km

Desnivel acumulado: +1020 m

Dificultad técnica: Media, con alguna zona complicada.

Dificultad física: Media

Descripción: Arrancamos la ruta como suele ser habitual cada vez que vamos hacia A Fracha desde el cementerio de San Mauro. En el km 3.1 aproximadamente giramos a la derecha y seguimos durante unos 300 metros la carretera para girar a la izquierda entre dos muros hasta cruzar el pequeño Regato do Marco para empezar una dura subida pegada al cierre de una casa. Este tramo tiene unas pendientes considerables y entre la humedad, hojas y ramas caídas se hizo bastante dura y nos calentó las piernas nada más salir.

Cruzamos la PO-243 y seguimos subiendo hacia el Campiño por carreteras secundarias pasando por la zona de Pintos, y ya por tramos de tierra pasando al lado de la excavación de la cantera hasta llegar a la parte norte del polígono, que cruzaremos y desde la carretera que lo limita por su parte sur, nos desviamos por un bonito camino hasta llegar al lugar de Baltar. El último tramo hasta llegar a las casas es una subida por un empedrado que si está mojado resbala bastante.

Empedrado antes de llegar a Baltar

Seguiremos durante aproximadamente 1 km por carretera para desviarnos a la izquierda para enlazar una bonita serie de caminos y corredoiras. A la altura del km 13.6, justo después de cruzar la carretera esta vez optamos por seguir de frente, tratando de evitar en la medida de lo posible la carretera, pero después de un par de cientos de metros nos encontramos con una valla que cortaba el paso. Por suerte, la parte baja tenía un hueco así que pasamos las bicis por encima y nosotros por abajo. En menos de 1 km, ya estamos en el cruce de Cristo Rey.

Antes de llegar al cruce de Cristo Rey

Arrancamos en dirección Monte Cabalo y a eso de los 300 metros nos desviamos a la izquierda por pista que sigue ascendiendo para dar paso a una rápida bajada hasta Taboadelo, y desde aquí, seguiremos descendiendo hacia el regato San Vicente. Ojo con esta bajada porque la primera parte está en buen estado pero la segunda está muy rota por el agua, con mucha piedra suelta y regueros bastante profundos. Mucha precaución. Al terminar la bajada, nos acercamos hasta los molinos a comer algo y hacer unas fotos en la confluencia del regato San Vicente y el río Verdugo que después de las lluvias de estos días está espectacular.
Nota: en agosto '13 hizo este tramo en sentido contrario un amigo y me comenta que la parte baja, la que estaba más rota, que se encuentra en mejor estado y se puede ciclar.

Bajando hacia el regato San Vicente

En estos días el regato San Vicente está espectacular

Continuamos por la pista que transcurre en paralelo al regato, hasta encontrarnos con la carretera EP-0207 que seguiremos brevemente para desviarnos a la derecha por una pista asfaltada. Aquí nos encontramos la primera gran decepción del día. La intención era seguir paralelos al río, y en un punto determinado girar a la derecha y empezar a subir hasta Buchabad… bien, ese camino no es practicable ni andando. Decidimos seguir por la pista que íbamos a ver si encontrábamos otra alternativa pero un grupo de cazadores nos informó que la pista se cerraba, y que era mejor que diéramos vuelta… asi que no nos quedó más remedio que volver sobre nuestras huellas y continuar subiendo hasta Buchabad por la última pista asfaltada que habíamos dejado. Y el primer kilometro y medio se las trae… Una vez alcanzado el pueblo de Buchabad cruzamos la C-531 y continuamos subiendo por una pista asfaltada que nos lleva hasta las inmediaciones de Vilarchan desde donde nos desviaremos hacia Mirón alternando tramos de carretera con caminos y una rápida bajada nos deja en el puente sobre el Almofrei.

Caminos encharcados entre las casas y fincas de Mirón

Continuamos por carretera hasta llegar a la carretera general que va desde Bora hasta Cotobade (PO-233) y descendemos hasta Vilanova en donde nos desviaremos a la derecha en dirección Tenerio y enlazar la ruta 2 del centro BTT de Cotobade. Y a partir de aquí fue donde nos llevamos la mayor decepción del día.

La primera parte de la bajada prometía, pero la cosa se complico... y de que manera...!!!

La primera parte del descenso por los Montes Da Soldada se puede hacer con cuidado y con muchos pinchazos por la cantidad de silvas y tojos que hay en los caminos, pero nos encontramos que el camino que queríamos coger estaba totalmente impracticable, así que tuvimos que improvisar cogiendo otro que terminó por desaparecer completamente y nos obligo a hacer un tramo en medio de la maleza, sorteando árboles caidos y arrastrando la bici monte abajo. Ojo, muchos de los caminos que se ven en fotos y mapas NO ESTÁN PRACTICABLES. El regreso lo hicimos por la siempre socorrida senda del Lerez.